Tres horas después de los últimos barrios de
Segovia, y bien adentro en las montañas mineras de Remedios (Antioquia), está
ubicada una de las 20 Bibliotecas Públicas Móviles que instaló el Ministerio de
Cultura de Colombia cerca a las zonas veredales donde las FARC dejaron las
armas y se reincorporan a la vida civil. Después de Cañaveral, y entre El
Piñal, Panamá Nueve, El Carmen, Santa Marta y Lejanías, se encuentra Carrizal,
una vereda de personas alegres y generosas, que vive de la minería y de la
madera silvestre, en medio de las dificultades propias que representa el no
tener luz eléctrica, agua potable y comunicación por teléfono; Carrizal es una
vereda de muchos años de vida que hace poco tiene una carretera de acceso, que
estuvo apartada de las posibilidades del desarrollo por las razones propias del
conflicto armado y la oscuridad de una guerra ajena, y que se levanta todos los
días a trabajar adentro de la tierra o del bosque con la idea firme de un
mejor futuro.
En Carrizal, quizás, se demore en llegar la luz
por cable o el agua por tuberías o los carros por asfalto, pero lo que ha
llegado y no esperaban sus habitantes, es una Biblioteca Pública Móvil. Aquí,
lejos de las calles del municipio y de las casas de concreto, existe un lugar
que parece macondiano... El lugar donde -diariamente- niños, madres, jóvenes,
mineros, adultos, descansan de su mundo en la tranquilidad de un libro, una
película o un taller de lectura... En Carrizal, existe Macondo, la Biblioteca Pública
Móvil de Remedios.
Y Macondo es para Carrizal un lugar especial: el
espacio donde suceden muchos relatos y donde se viven las historias de otros
personajes; Macondo, sin embargo y como decía García Márquez, "no es un
lugar sino un estado de ánimo, que le permite a uno ver lo que quiere y verlo
como quiere".
En Macondo, por ejemplo, hay una isla perdida,
crónicas de distintos protagonistas, un pato que habla con la muerte, poemas de
amor y desamor, canciones infantiles, planetas y estrellas fugaces,
cuentos de abuelos, números de todas las cifras, dibujos, fotos, y así
sucesivamente. En Macondo, hay cineforos, horas del cuento, tardes de
alfabetización digital, Llaves del saber, momentos de lectura, conversaciones
de muchos temas y dos Bibliotecarias maravillosas.
Macondo, no es un lugar estático o pasivo...
Macondo visita la mina de oro, viaja hasta Lejanías y otras veredas de la zona,
va regularmente al campamento de la FARC, sale a los barrios y se instala en el
centro de Carrizal con sus programas y servicios. Es una Biblioteca con mucha
vida y mucho camino.
Carrizal recibe a la escritora Paola
Caballero
En Macondo, estuvo la escritora Paola Caballero,
quien hace un año participó del diseño en el papel de esta Biblioteca; Paola
fue una de las creadoras del Proyecto Bibliotecas Públicas Móviles desde la
Biblioteca Nacional de Colombia, y ahora define la BPM de Macondo en
su realidad y en su territorio como "un nuevo espacio de encuentro para
los habitantes de Carrizal".
Paola Caballero realizó un conversatorio con los
niños y los jóvenes de Carrizal en la institución educativa de la vereda y un
conversatorio con los excombatientes de las FARC en el Espacio Territorial de
Capacitación y Reincorporación; en ambos momentos dejo ver su mirada respecto a
las distancias entre el campo y la ciudad, invito a los asistentes a leer sobre
distintos mundos, y hablo del relato como posibilidad para conocer y dar a
conocer otras historias. Dos conversaciones importantes, porque sin Macondo
estas reflexiones no habrían sido posibles en Carrizal, y porque el campo
colombiano necesita encontrarse más seguidamente con quienes lo piensan, lo
escriben o lo imaginan.
Hoy, Carrizal, gracias al Acuerdo de Paz entre
el Gobierno y las FARC, al proceso que desarrolla la BPM de Macondo, al trabajo
de sus dos Bibliotecarias, y a la visita de escritores como Paola Caballero, es
y podrá ser diferente para muchos ojos de ciudad. Carrizal es y puede ser un
nuevo lugar.