Cuento del Mohán
Todos aquellos que de alguna forma hemos sido tocados por la tradición oral colombiana, nos hemos encontrado ante la posibilidad de escuchar el nombre del Mohán y sus historias. Este personaje fantástico y travieso se encuentra estrechamente vinculado con el agua y la naturaleza y, en muchas partes del país, cuentan que se dedica a perseguir a las mujeres, acompañado siempre por un tabaco encendido. Aquí encontramos su historia, contada a través de la experiencia y la memoria de los habitantes de Pasuncha en el departamento de Cundinamarca.
Por: Comunidad de Pasuncha
Vereda Pasuncha (Pasca-Cundinamarca)
Biblioteca Rural Itinerante Universal de Pasuncha
Siempre se han escuchado historias del Mohán, pero esta es cierta. Hace más o menos tres generaciones atrás, el agua no llegaba a las casas (no había acueducto). Tocaba caminar largos caminos reales para conseguir el preciado líquido. Una mujer a la que le gustaba fumar mucho (tabaco) caminaba todos los días más o menos tres horas de ida y tres de vuelta. En una ocasión llegó a la mitad del camino y en una piedra se dispuso a esperar y descansar un rato, mientras fumaba su tabaco, de pronto aparece un anciano de apariencia muy humilde y le pide que le regale un cigarro, ella le dice al instante que no le queda sino el que está fumando, que si gusta se lo regala porque ya le toca ir a recoger agua. El anciano recibe el trozo de tabaco y lo fuma con agrado, luego escarba en la tierra con sus manos, mira a la mujer y le dice: "Gracias, aquí está tu pago", y en el instante comienza a brotar agua del suelo. Actualmente está ese nacedero en el lugar donde aquella mujer contó lo sucedido, y se recomienda a los caminantes que, si se encuentran con el viejito y este les pide algo, se lo den, porque los regalos que da son naturales y para siempre.