Volumen 1: oficios y saberes
Lo que la gente cuenta

José Roberto, el arriero

Los oficios también se mantienen vivos desde los recuerdos de quienes con sus manos trabajaron frutos de la tierra, en este caso podremos rememorar junto a Pedro Luis, el arriero algunos de muchos otros oficios que desempeño y le ha compartido a  David Restrepo, mediador y toda la comunidad del corregimiento de Santa Ana en el departamento de Antioquia.  


Por: David Restrepo
Corregimiento de Santa Ana (Granada- Antioquia)
Biblioteca Rural Itinerante Caibará

 

La mayoría de las personas lo conocen por el nombre de Luis. En su cédula de ciudadanía está registrado como Pedro. Sus vecinos la llaman don Pedro cuando lo encuentran bajo el marco de la puerta de su casa: una pequeña vivienda de fachada blanca, sin ventanas, y una puerta pintada de azul claro.

Cuando sale a caminar o a estirar el horizonte, como él suele decir, sus conocidos lo llaman don Roberto, y en las visitas de fin de semana que realiza al casco urbano del municipio de Granada, Antioquia, para firmar con su intrincada letra cursiva actas de la junta de acción comunal a la cual pertenece o a firmar trámites de la oficina de víctimas, sus compañeros y los funcionarios se dirigen a él como don Luis, con el respeto que les inspira su noble presencia.

Don Pedro Roberto Luis es uno de los habitantes con más edad en el corregimiento de Santa Ana, ubicado en el centro-oriente antioqueño. Santa Ana, es un territorio montañoso, de frondosos bosques e infinitas fuentes de aguas cristalinas; siendo vecino de los municipios de Cocorná, San Luis y de San Carlos. Desde su zona urbana hay una carretera que conduce a la autopista Medellín-Bogotá, que aparece y desaparece entre la espesa vegetación.

Don Luis Roberto Pedro, o Pedro Roberto Luis, o don Roberto Luis Pedro, como deseen llamarlo, fue arriero, leñador, agricultor y cazador, en una situación donde la vida dependía de la muerte. “Esos y muchos más son los oficios que he desempeñado a lo largo de mi vida”, nos cuenta sentado en la acera de uno de sus vecinos, mientras los pájaros, en su sonora algarabía se disputan la mejor rama del árbol de mango para pasar la noche. Con ellos, un turbio caudal de colores fluye en el atardecer.
 

Por: Pedro Luis
Corregimiento de Santa Ana (Granada- Antioquia)
Biblioteca Rural Itinerante Caibará