En el ciclo de la siembra, cada día de trabajo de un campesino inicia y culmina con la entrega de sus manos atentas al cuidado paciente de la tierra y las semillas de las que recibirá su fruto y existencia. Así lo viven en el corregimiento de Pizanda en el departamento de Nariño, desde donde nos comparten algunas palabras sobre este noble oficio.
Por: Diana Patricia Benavides Moreno y Ángela Eney Ceballos Pantoja
Corregimiento de Pizanda (Cumbitará-Nariño)
Biblioteca Rural Itinerante La huerta de los libros