Semillero Pasuncha
La persona que siembra y cosecha el campo a menudo imprime sus pensamientos y sentires en los haceres que le relacionan con la tierra. Desde el momento en que su mano deja la semilla incrustada en el suelo, hasta el instante en que se acerca a la planta para recoger su fruto, parte de su ser queda impreso en sus acciones. Este vínculo reviste una profunda importancia para la comunidad de la vereda Pasuncha en el departamento de Cundinamarca, la cual decidió traducir en palabras estos pensamientos y sentires que se convirtieron en composiciones que nos cuentan algunas de las propiedades de los frutos de su trabajo.
Por: Bibiana Moreno y Emilse Lugo
Vereda Pasuncha(Pacho-Cundinamarca)
Biblioteca Rural Itinerante Universal de Pasuncha
El café:
Deleite del campo es el delicioso café.
Que el sueño te espanta al amanecer
El café pasunchano es dulce como la
miel y a la vez amargo como la testarudez
El café no es pasabocas, sino requisito
Que hay que tener, en cualquier casa
Pues medicamento también es.
Que no puede hacer del cuerpo, que
tome café, que tiene mucho sueño, que
tome café, que si se hizo una herida, que
aplique café, que si la mujer tiene cólicos
que jarte café, que si el patrón ta’
embejucao, que tome café, que si lo
beso una bruja, escúpale un cuncho de café.
En la gran molienda, trituramos los
granos de café, y celebramos con un
tinto que nuestro café sabe muy bien.
El lulo:
Muy bueno es el lulo, sobre todo en jugo,
que baje la fiebre, que quita la sed, que
ayuda también cuando el cuerpo se
deshidrata un tris, que cuando los
granos les da por salir y tu cara se
vuelve solo cicatriz, te aplicas un poco
de zumo de lulo, te limpias y a los pocos
días ya tienes cara de actriz.
Que en cualquier lugar nace el lulo, claro
que sí, crece en potreros y también por
ahí, que la pelusita que con cuidado se
quita, e hirviéndola un poco sirve para que
se vayan las malas visitas.
Cuenta una vieja que con el lulo, se
peino bonito y se fue pa’ la fiesta, que
bailando se resbaló, pero el rulo no se
despeinó.
La naranja:
Deliciosa y pérfida fruta, que al paladar
degusta, sus florecitas (azahares) en un
buen té el susto quita y las hojitas como
aromática el sueño abriga, y la frutica
para la sed, el estreñimiento, como
vitamínico y también de alimento.
La cáscara bien sequita y picadita sirve
en la mermelada y también en la
ensalada, y si no hay mucho oficio
también se restriega en el reuma con un
poco de pomada.
La papaya:
Fruta celestial es la deliciosa papaya,
que muchos males cura con su
propiedad especial.
Su pulpa sabrosa, que a cualquier hora
es deliciosa, en fruta, en jugo, en dulce
siempre alimenta, las pepas con un poco
de avena en ayunas te ayuda a que tu
cuerpo el estreñimiento desaparezca
La piel de tu rostro limpia y humectada
puedes tener si en ella frotas, papaya al
amanecer.
Y la cáscara, valiosa cáscara en la fruta,
verde, poderoso remedio contra hongos,
en la piel; se corta levemente la cáscara
en verde, deja que la leche empiece a
caer y una sola gota en el hongo debes
poner, adiós.
La mandarina:
Fruta de deleite, que se come en
rebanaditas, gentil vitamina que a los
niños la sed quita, de olor perfumado la
nariz alegra cuando con eucalipto
sahumamos la casa para traer buenos
augurios y espantar el zumbido de
aquellos que por las noches nos pican.
Una gota de mandarina es bendita, en el
ojo sucio o con mugrecita.