Tejiendo el abrigo boyacense
HILANDERA
En la puerta del rancho permanece sentada
cuidando con esmero sus vaquitas y ovejas;
hilando blanca lana desde la madrugada,
gira que gira el huso formando las madejas.
Cuando del gallo escucha su enérgica llamada
endulza el cafecito con rica miel de abejas;
se asoma a la ventana que nunca está cerrada
y ve las golondrinas posadas en las tejas.
Después sale al potrero y empieza presurosa
herramientas en mano sus mágicas labores
y, en tanto la comida se cuece en el fogón:
ella pasa las horas hilando cariñosa,
ovillos devanando sin penas ni dolores…
poniendo en el oficio su noble corazón.
Es grande su ilusión,
llevar sobre los hombros una preciosa ruana
tejida con sus manos y hecha de pura lana.
Rafael Humberto Lizarazo G.
Las manos de Delfina Gómez Aparicio y de muchas otras hilanderas, que con esmero han aprendido a trabajar la lana en la vereda Toasague del departamento de Boyacá, se convierten en testimonio vivo del proceso de confección del abrigo boyacense, al que cariñosamente conocemos como ruana. A través de su experiencia, Delfina nos invita a dar un recorrido por el laborioso oficio de hilar la ruana, desde el esquilar a las ovejas, hasta el tejer en el telar.
Por: Delfina Gomez Aparicio
Vereda Toasague (Sativanorte-Boyacá)
Biblioteca Rural Itinerante Laguna Negra