• 300 comunidades rurales del país han sido seleccionadas para hacer parte del Programa Nacional de Bibliotecas Itinerantes, una apuesta de la Biblioteca Nacional de Colombia y la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, que pone en marcha proyectos bibliotecarios en diferentes zonas rurales del país.  
• Este año, en la segunda fase del programa, 150 corregimientos, veredas y resguardos indígenas de 28 departamentos del país se integran a este Programa, que busca movilizar procesos comunitarios alrededor de la oralidad, la promoción de lectura y escritura, la construcción de conocimiento, la circulación de contenidos locales y el acceso a la información. 
• Este Programa tiene como meta vincular a otras 300 bibliotecas itinerantes, para completar 600 en este cuatrenio. Una apuesta del Plan Nacional de Desarrollo "Pacto por Colombia, pacto por la equidad", en el marco del Plan Nacional de Lectura, Escritura y Oralidad "Leer es mi cuento". 
  

Bogotá, D. C. septiembre de 2020. Con el propósito de movilizar en las zonas rurales del país procesos comunitarios que permitan la formulación de proyectos bibliotecarios alrededor de la oralidad, la lectura y la escritura, la construcción de conocimiento, la creación y circulación de contenidos locales y el acceso a la información, la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, el Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional de Colombia vienen desarrollando el Programa Nacional de Bibliotecas Itinerantes (PNBI).   

Esta es una iniciativa que busca llegar a las comunidades a través del servicio de extensión de las bibliotecas públicas adscritas a la Red, para estimular la construcción de proyectos comunitarios que respondan a las dinámicas y procesos de los territorios donde se ponen en marcha las Bibliotecas Rurales Itinerantes (BRI), que puedan ser liderados por personas de estas mismas comunidades.  

El PNBI se inició en 2019 con la vinculación de 150 comunidades rurales de 25 departamentos, las cuales recibieron acompañamiento técnico y formativo en el territorio por parte de las Estrategias Regionales de la Biblioteca Nacional de Colombia, una maleta de recursos bibliográficos, tecnológicos y didácticos, un incentivo económico para poner en funcionamiento las estrategias de itinerancia de cada Biblioteca y 25 colecciones de la serie Leer es mi cuento dirigida a los hogares que habitan estas zonas rurales.   

Este año la estrategia beneficiará a otras 150 comunidades de 28 departamentos del país, completando hasta el momento un total de 300 Bibliotecas Rurales Itinerantes. "Con este Programa buscamos impulsar el acceso temprano a la cultura en los territorios, conectando la Red Nacional de Bibliotecas Públicas con las Bibliotecas Rurales Itinerantes. La meta en estos cuatro años es llegar a 600 corregimientos y veredas del país para fortalecer la lectura en la ruralidad, como uno de los ejes principales para el desarrollo integral de todos los colombianos", señaló la Ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez. 

¿Qué es una Biblioteca Rural Itinerante? 

Son bibliotecas sin muros que circulan por los territorios rurales a través de estrategias de itinerancia lideradas por mediadores de cada comunidad. Estas bibliotecas circulan los conocimientos, saberes y memorias locales, integran la oralidad como un medio privilegiado para la transmisión cultural y favorecen las condiciones de acceso a la cultura escrita reconociendo la diversidad étnica, lingüística, social y cultural de los territorios rurales.  

Para María Alejandra Rincón, promotora de lectura de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, "las BRI son núcleos de vida que se extienden en el territorio, para hacer brotar de su silencio la palabra y las historias de esta tierra. Es una iniciativa que ondula y transita entre las formas íntimas y universales del conocimiento, y que hoy están en los espacios rurales para celebrar la existencia de un campo plural y abierto en el que siempre están naciendo raíces que nos conectan con lo esencial".  

Ella es una de las personas que forman parte de este Programa, que ha beneficiado a colombianos en diferentes departamentos del país. Tal es el caso de María Auxiliadora Bedoya, mediadora de la BRI Mi historia, su historia, nuestra historia, de la mano con la lectoescritura, de la vereda La Pradera, en Heliconia, Antioquia. Para María Auxiliadora, "los beneficios que ha traído la BRI para la comunidad son bastantes […] La integración con todos los actores de la comunidad ha sido fundamental, la dotación que llegó es excelente, hablando desde la parte de educación entra a apoyar muchos procesos que se tienen planeados en la institución educativa […] El material bibliográfico recibido es muy actualizado, las mediadoras hemos recibido capacitación permanentemente. Las BRI nos ha motivado a ejecutar muchas actividades como es elaborar la monografía de la vereda, una actividad que hace años se tenía pensada, pero ahora ya llegó el momento de empezar y en este momento vamos con un trabajo muy bien hecho".  

Niños, jóvenes y adultos se han visto beneficiados por esta iniciativa, en la que se busca que la Biblioteca Rural Itinerante responda a las dinámicas de las comunidades que participan en el Programa. Las BRI se conforman con el apoyo y participación de los líderes comunitarios, encargados de la construcción del proyecto bibliotecario con las personas que habitan el territorio, los bibliotecarios públicos de la RNBP y los tutores y promotores de las Estrategias Regionales de la Biblioteca Nacional de Colombia. 

Alcances del PNBI para el 2020  

El Programa espera formar durante estos cuatro años un total de 1.800 agentes y líderes comunitarios en el desarrollo de proyectos bibliotecarios alrededor de la oralidad, la lectura, la escritura y la creación y circulación de conocimientos y saberes locales. En las 150 comunidades en las que se implementó la primera fase del Programa en 2019 participaron 10.626 personas en los procesos de formación y fueron vinculados como mediadores de las Bibliotecas Rurales Itinerantes 295 líderes comunitarios.  

Uno de estos líderes es Geonar Carrillo, de 12 años, habitante de Carreto, zona rural de Candelaria (Atlántico). Él, además de pertenecer a la Biblioteca Rural Itinerante de San José de Carreto, forma parte de un grupo de investigación llamado Saberes Carretanos, que se articula a la BRI y que, como él mismo dice, tiene el propósito de indagar sobre la población campesina y sus prácticas: "si cantaban, si bailaban, qué semillas sembraban, en qué tierra las cultivaban y en qué año". 

Para 2020 se espera continuar los procesos de formación, vincular al desarrollo de los proyectos bibliotecarios a 300 mediadores más, dotar con 150 maletas de recursos a las BRI, entregar a 25 hogares de cada comunidad rural una colección con títulos de la Serie Leer es mi cuento, entre otras acciones contempladas en los componentes del Programa.  

"El Programa Nacional de Bibliotecas Itinerantes es la gran oportunidad de construir país desde el territorio; de escuchar las voces de las comunidades; de reconocer la ruralidad, sus conocimientos, saberes y memorias locales; de promover las oralidades, lecturas y escrituras rurales, y de producir contenidos locales que representen su diversidad étnica, lingüística, social y cultural", señaló Diana Patricia Restrepo Torres, directora de la Biblioteca Nacional de Colombia. 

Conozca cuáles son las 150 públicas y comunidades rurales que participan en la segunda fase del PNBI en 2020 AQUÍ