Una pintura en gran formato que ahora adorna la fachada de la biblioteca sirvió para plasmar el dolor del pueblo, pero también para recordar que el arte y la cultura han sido un soporte para muchos de sus habitantes.Está justamente en la biblioteca porque es un espacio de paz que sirve de encuentro para leer, escribir, dibujar, ver cine y usar la tecnología. En el proyecto trabajaron unidos los miembros de la mesa de víctimas del municipio y los jóvenes del grupo de ilustración de la biblioteca.