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Láminas de la Comisión Corográfica
Bibliografia
Carmelo Fernández, Enrique Price, Manuel María Paz.
Ingresaron a la Biblioteca como resultado de la Comisión Corográfica.
Caracteristicas:

 

 

Son 151 acuarelas realizadas como parte del proyecto cartográfico encargado al italiano Agustín Codazzi por Tomás Cipriano de Mosquera entre 1850 y 1859, que implicó un temprano acercamiento al concepto de “paisaje cultural” al describir visualmente las condiciones físicas del paisaje y la toponimia, así como los tipos humanos y las costumbres regionales, con el objetivo de realizar el primer mapa del país mediante levantamientos parciales.​​​

Descripción:

 

La Biblioteca Nacional de Colombia alberga la colección más amplia de acuarelas que describen las costumbres regionales del siglo XIX colombiano: de 151 láminas que fueron realizadas por los pintores Carmelo Fernández, Manuel María Paz y Henry Price para la Comisión Corográfica.
 
La Comisión Corográfica fue aquel proyecto cartográfico que permitió hacer el mapa del país mediante una serie de levantamientos parciales. Se trató de una iniciativa de Tomás Cipriano de Mosquera, quien logró convencer al coronel italiano Agustín Codazzi para que la ejecutara visitando las diferentes provincias entre 1850 y 1859. Es importante comprender que dicha labor se dio en el marco de un proyecto político, el cual buscaba conocer la geografía nacional y favorecer el proceso de administración de las antiguas provincias de Ocaña, Santander, Pamplona, Socorro, Soto, Vélez, Tundama, Tunja, Antioquia, Córdoba, Medellín, Mariquita, Barbacoas, Buenaventura, Cauca, Chocó, Popayán, Pasto, Túquerres, Bogotá, Casanare, Caquetá y Neiva.
 
Las láminas están inspiradas en la tradición romántica, heredada del neoclasicismo europeo, aquel que vio surgir el sentimiento de lo sublime en el marco de la experiencia estética de finales del siglo XVIII. Para estos viajeros románticos, la acción descriptiva de los hechos naturales y culturales constituía el sentido profundo y trascendente de su viaje intelectual; así, dibujar o pintar paisajes fue una actividad que permitió fundir tanto anhelos prácticos y científicos como elementos notablemente sensibles de la vida cotidiana.
 
Las láminas vienen a complementar los procesos descriptivos que realizaron algunos de los más persistentes viajeros extranjeros que visitaron la Nueva Granada a comienzos del siglo XIX, entre ellos: Alexander von Humboldt, Joseph Brown, François Désiré Roulin y John Potter Hamilton. Con ellas se continuó una tradición importante, aquella de apropiarse del territorio mediante el registro del recorrido. Levantar un mapa por medio de la agrimensura o hacer una acuarela de un hecho local permitieron ilustrar a los ciudadanos de la Nueva Granada sobre la diversidad, la riqueza y la importancia de continuar construyendo un proyecto de nación.
 
Las láminas de la Comisión Corográfica son acuarelas; es decir, obras que fueron hechas mediante la conjunción de la mirada del viajero y la habilidad del pintor. El historiador colombiano Efraín Sánchez Cabra llamó “pintores expedicionarios” a estos artistas que están cobijados por un mismo elemento: el asumir como influencia las formas y las maneras del arte europeo del momento. El primer en vincularse fue un venezolano que había aprendido a dibujar con franceses en Caracas, Carmelo Fernández, quien luego viajó a París como ilustrador de los proyectos editoriales de Agustín Codazzi. El segundo fue el londinense Henry Price, quien reemplazó a Fernández en 1841, y fue músico, acuarelista y fotógrafo. El único nacional fue Manuel María Paz, quien reemplazó a Price en 1853. El pintor neogranadino había sido alumno de Ramón Torres Méndez, el pintor más importante de mediados del siglo XIX en el país.
 
Sobre la calidad de las acuarelas de Manuel María Paz está sentado un debate, que corresponde a la falta de homogeneidad en el trazo de las obras que aparecen registradas bajo el nombre de este pintor. Para el historiador Efraín Sánchez Cabra, esas acuarelas fueron finalizadas por el pintor francés León Gauthier (“Gobierno y geografía. Agustín Codazzi y la Comisión Corográfica de la Nueva Granada”, 1998, p. 346-351). Los análisis que ha realizado el equipo de investigadores de la Biblioteca Nacional de Colombia indican que son 36 las láminas que pudo haber realizado ese pintor que finalizaba los bocetos de otro.
 
Dichas láminas se hicieron en un momento notablemente crítico para el desarrollo de la iconografía moderna, aquel que coincide con una discusión profunda sobre la crisis de la representación pictórica y que tiene nombre propio: daguerrotipo. Fue entonces la fotografía, el dispositivo que le dio origen a una manera nueva de mirar el mundo, de recrearlo y reconstruirlo. Las láminas de la Comisión Corográfica son valiosas por estar en el borde de esa inflexión, quizás hechas con medios técnicos ya precarios para su época; sin embargo, con ellas concluye el período pictórico descriptivo del siglo XIX.
 
Es importante indicar que este material, reconocido por la UNESCO en su catálogo Regional de la Memoria del Mundo en 2004, continúa siendo un reservorio de información fundamental sobre el paisaje y las gentes que habitan en Colombia. En estas, el observador puede ver reflejadas las costumbres e indumentaria de las diferentes regiones, además de la fisonomía de muchos de los personajes que nos hablan de la sociogenética que construyó con esfuerzo la nación colombiana. En ese sentido, las láminas son un autorretrato colectivo y perenne de los colombianos.
 
Ricardo Rivadeneira Velásquez
Magíster en Historia y Teoría del Arte y la Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia.
 
Láminas de la Comisión Corográfica ubicadas en Sala Fondo Antiguo, Nº clasificación: F. C. Corográfica).
Disfrute de las láminas de la Comisión Corográfica