Bogotá trata el tiempo con pinzas
El sol andino siempre cae con precipitación.
En Bogotá hay espacios aptos solo para trapecistas
En la capital es fácil echar raíces y volverse planta: ¡uno casi no se mueve!
Amanecer rolo: pinceladas de bruma lenta y smog nervioso.
Saqué piernas con la paciencia de subir a Monserrate.
Bogotá, paraíso eterno de los perros: ¡huele siempre tanto!
¡Una sabana andina costosa! Allí el tiempo cuesta todos los ojos de la cara.
El plano de la ciudad al interior de un estuche: ¡cuando en Bogotá se podía ir a caminando a todas partes!
Las mujeres capitalinas caminan rápido. ¡Cómo no si viven huyendo del acoso!
Agua pura de la llave bogotana: ¡un milagro de hoy!
Ayer nacimos en el páramo. Hoy vivimos en botellas. ¡Somos la familia moléculas de agua!
El brazo extendido. El brazo en llamas. ¡Acaban de raponearme el reloj!
Tengo 25 años de mover el esqueleto.
Vive intensamente. ¡A nadie le interesa un esqueleto en perfectas condiciones!
Acabo de pintarla. Es una casa nueva con 50 años de construida
Día y noche deja abierta la jaula. Apenas sabrán qué hacer con la libertad.
Sírveme de esa botella para pasar el tiempo. ¡Luego 10 tragos más para borrarlo!
Tienes una calavera preciosa, lástima que sigas viva.
Un gramófono para tocar tu canción y poder verte en el aire.
Enséñame tus manos. Quiero sentir envidia de todo lo que has tocado hoy.