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María del Sol Peralta - Experiencias en Bibliotecas
Escritores en Bibliotecas
31/07/2018

María del Sol Peralta relata su experiencia en las bibliotecas públicas de Nariño.

A los municipios de Ipiales, Aldana y Samaniego en el departamento de Nariño llegó la cantautora infantil María del Sol Peralta, autora de libros infantiles como Palabras que Acompañan, La gata Clea, Recetas de Benjamín Buengusto, Cantando en Navidad, Con… ¡cierto animal!, Sana que Sana, Recetas de Benjamín Buengusto, Tomatina Curatodo cura nada sin amor, entre otras.

En su visita a las bibliotecas públicas de estos municipios como invitada del Programa Escritores en las Bibliotecas, María del Sol reconoció la importancia que tiene para su quehacer como promotora de lectura y escritora, el reconocimiento de los territorios del país, las diferentes formas de lectura que se dan desde las bibliotecas y los deseos y necesidades educativas y culturales que tienen las comunidades.

Estas  son algunas apreciaciones de la escritora  respecto a su visita a las bibliotecas públicas de Nariño:

¿Qué fue lo más valioso o lo que más rescata de la visita que realizó a las bibliotecas? 

Valoro cada milisegundo del viaje. Siempre me imagino en mi estudio, que es muy chiquitito, en mi casa, que nadie va a leer mis libros o va a cantar mis canciones. Y, de pronto, pararse a las tres de la mañana y llegar a una biblioteca a las ocho de la mañana, que está repleta de niños esperándote, con poemas hechos para ti, con discursos, con dibujos hermosos y que, además, se sepan tus historias y canciones, es impresionante. Me acuerdo, todo el tiempo de ese escritorio en Bogotá, y es difícil relacionarlo y pensar en cuánto viajaron todos esos cuentos y canciones hasta las bibliotecas. 

Conocer las distintas maneras de leer de cada niño, de los profesores, ver lo qué están haciendo en las regiones por mejorar las bibliotecas, la educación, por mejorar la sociedad, por mejorarnos a nosotros como seres humanos, realmente, ha sido impactante.  

¿De qué manera las visitas pueden aportar en su oficio como escritor(a) y a nivel personal?  

Estas visitas dan ganas de seguir. Son un impulso, un impulso de vida, porque estos niños, estos profesores y estas bibliotecas te llenan de vida… le dan vida a los libros. Entonces, cuando uno piensa que no quiere volver a escribir, estos encuentros llegan y te llenan de vida y de ganas de escribir, de volver a ver estos niños, y nacen más historias para cantar o contar porque a uno le cuentan unas historias muy buenas en estos recorridos. 

Después de las visitas a las bibliotecas públicas ¿Cambió la percepción que tenía de éstas? ¿Qué importancia considera que tienen las bibliotecas para los municipios? 

Estas visitas son muy gratificantes porque realmente se conoce el país. Cuando uno es escritor y promotor de lectura resulta necesario tener claridad sobre qué pasa en las distintas regiones, cómo y qué leen, qué necesitan, qué quieren. Nuestra Colombia es diversa y mágica, tiene distintas realidades –unas más difíciles que otras–, así que las necesidades son diversas y en estos viajes uno, como promotor de lectura, tiene muy claro qué se está haciendo, cómo se está haciendo y qué más nos queda por hacer.  

Por lo que pudo conocer en su corta visita a las bibliotecas públicas, ¿cómo cree que éstas aportan en los procesos de lectoescritura y en el desarrollo socio cultural de las regiones?

El desarrollo regional y comunitario se amplia, se multiplica, se nutre desde las bibliotecas porque es un centro de reunión hermoso al que llegan familias, llegan jóvenes y, alrededor de libros, se establecen muchas otras relaciones que no tienen que ver con los mismos libros, pero a su vez, la establecen los mismos libros. Eso hace que se multipliquen los lenguajes de comunicación y expresión, y que el patrimonio crezca. A las bibliotecas a las que fui me recibieron con música, con bandas increíbles, y dentro de las bibliotecas, tienen un papel muy importante la música, las bandas y estos profesores de música… y eso es parte del patrimonio cultural. Los escritores que cuentan las historias de sus regiones llegan a las bibliotecas; los pintores, los poetas y demás… Así que es un centro donde se congrega el arte, el patrimonio de la región.