- El Programa Nacional de Bibliotecas Itinerantes (PNBI) implementó 450 BRI en 30 departamentos, entre el año 2019 y 2021. Este año termina el proceso de implementación de 150 comunidades rurales más, para un total de 600 BRI en este cuatrienio.
- Las BRI son bibliotecas sin muros; son el resultado de un proyecto comunitario que, por ejemplo, itinera por la trocha a lomo de mula, o atraviesa el río Atrato en un bote para replantear las concepciones tradicionales de las bibliotecas y ofrecer sus servicios en los lugares más apartados del país.
- 1.891 líderes comunitarios de las zonas rurales se han vinculado a las acciones de acompañamiento y formación. 600 comunidades rurales beneficiadas por la iniciativa han recibido las maletas de recursos conformadas por una colección bibliográfica, un kit de tecnología y material didáctico, que les permiten acceder a los componentes del Programa.
- Se han entregado 13.950 colecciones equivalentes a 83.700 ejemplares, de la serie "Leer es mi cuento", para promover la lectura desde el centro de los hogares rurales colombianos. En total, el Ministerio de Cultura ha invertido cerca de $9.500 millones de pesos en el Programa.
Bogotá D.C., 20 de junio de 2022. "La biblioteca es una vecina en el territorio, es como si fuera amiga de todos", dice Juan Giraldo, mediador BRI de la vereda Santa Rita de Anzoátegui (Tolima), para referirse a la Biblioteca Rural Itinerante (BRI) 'Uniendo memorias', que llegó en 2019 a su vereda y que ha permitido, desde entonces, contribuir con la recuperación de la memoria y las tradiciones de su pueblo, la dinamización del territorio y el encuentro de la comunidad alrededor de los libros, las películas y la conversación.
El Programa Nacional de Bibliotecas Itinerantes es una apuesta del Ministerio de Cultura que surge en el marco del Plan Nacional de Lectura, Escritura y Oralidad "Leer es mi cuento", liderado por la Red Nacional de Bibliotecas Públicas (RNBP) en cabeza de la Biblioteca Nacional de Colombia. Este programa busca ampliar la cobertura de servicios bibliotecarios a las zonas rurales del país a partir del fortalecimiento del servicio de extensión bibliotecaria de las bibliotecas públicas pertenecientes a la RNBP.
Para Angélica Mayolo, ministra de Cultura "las Bibliotecas Rurales Itinerantes (BRI), además de circular el conocimiento, abren posibilidades de encuentro tejiendo lazos alrededor de la palabra, las memorias, los saberes locales y las diversas identidades rurales que tiene nuestro país. Porque no importa que tan lejos estemos, en Colombia la cultura nos mueve".
Las BRI se conciben desde una perspectiva particular de biblioteca. Son el resultado de un proceso colectivo, colaborativo y en movimiento, que se construye desde un propósito común: el de encontrarse a crear y fortalecer lazos comunitarios desde la palabra, la memoria, los conocimientos locales y los significados de lo que podríamos entender como identidades rurales de Colombia.
Las BRI son bibliotecas sin muros, construidas con las comunidades rurales
Personas que en su cotidianidad trabajan la tierra, cuidan del hogar, están en la escuela, son maestros, gestores culturales, sabedores de las comunidades o son líderes comunitarios, en comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes de 574 municipios (entre éstos, 109 son municipios PDET) de 30 departamentos del país, participan del proceso de creación de un proyecto bibliotecario rural, base de las BRI, quienes se vinculan como mediadores y ponen en marcha las estrategias de itinerancia que cada comunidad diseña y propone de forma colectiva.
Las BRI son como bibliotecas sin muros que recorren e itineran por los territorios para llegar hasta la gente que vive en los lugares más apartados del país. Como parte de este proceso comunitario y participativo, 1.891 mediadoras y mediadores rurales, líderes de sus comunidades, se han vinculado a acciones de acompañamiento técnico y formativo desde la presencialidad y la virtualidad entre 2019 y 2022. Sus aportes en estos espacios han consolidado las 600 BRI, lo que contribuye al fortalecimiento del tejido social ya que se involucran y participan personas de todas las edades en distintas acciones significativas y contextualizadas en torno a la lectura, la escritura, la oralidad, las memorias, los saberes y conocimientos del territorio, entre otros.
"La BRI ha sido como un renacer de nuestra vereda. Cuando llegó, empezamos de nuevo a reunirnos y creamos las ollas comunitarias, que llamamos el Fogón del Saber, para conversar y recuperar nuestras costumbres", comentó Bleidys Paola Navarro, mediadora BRI de la vereda La Arena, de Chivolo (Magdalena).
En ese sentido, Diana Patricia Restrepo, directora de la Biblioteca Nacional de Colombia (BNC), destaca que "el éxito del Programa está en el vínculo que hemos establecido con los mediadores. Ellos son quienes proponen y lideran en sus comunidades las iniciativas y programas que se desarrollan desde las BRI para garantizar que a los territorios apartados de nuestro país lleguen los servicios bibliotecarios a través del del servicio de extensión bibliotecaria de las bibliotecas públicas pertenecientes a la RNBP".
Múltiples componentes y acciones
Entre 2019 y 2021 el programa también ha entregado a las familias rurales, en el marco del componente Libros en el hogar, 13.950 colecciones bibliográficas, equivalentes a 83.700 ejemplares de la serie "Leer es mi cuento", con el objetivo de promover los espacios de lectura en familia y fortalecer, desde el centro del hogar, el valor de la palabra compartida, las tradiciones y el intercambio de saberes a través del encuentro intergeneracional. Más de 28 mil personas de las comunidades han asistido a las actividades de implementación y fortalecimiento del programa.
De forma complementaria, a través del ciclo de encuentros virtuales PaLaBriAndo, compuesto por espacios de charlas taller, talleres de formación, mesas de trabajo regionales, en los que la voz de mediadores ha sido protagonista, se ha propiciado el intercambio de experiencias en el ejercicio de mediación, el encuentro entre mediadores de diferentes regiones del país y el reconocimiento de las diversas realidades de los territorios en los que se desarrolla el Programa.
Estos espacios aportan a la consolidación de una Red de Bibliotecas Rurales Itinerantes, pero sobre todo, han permitido ampliar el campo de acción y participación de las comunidades rurales, al diversificar las posibilidades de uso de la maleta de recursos que entrega el Programa, integrada por una colección bibliográfica, un kit de tecnología para circulación y producción de contenidos, recursos didácticos y guías metodológicas que contribuyen a la puesta en marcha del proyecto bibliotecario rural.
Finalmente, entender una biblioteca como un proyecto que itinera por la trocha a lomo de mula, o atraviesa el río Atrato en un bote, es una apuesta por re plantear las concepciones tradicionales, es una apuesta por legitimar desde los propios territorios, las múltiples formas de entender y estar en el mundo, para a partir de éstas, construir nuevos puentes que permitan a las bibliotecas responder a las necesidades de un presente que avanza desde la posibilidad de imaginar futuros posibles.