Corazón
Siempre perdido y siempre rescatado
retorna a mí de cada lejanía,
herido, alegre, niño, traspasado.
Saeta de la muerte lo seguía.
Fiel como el agua al cauce bien hallado,
vuelve tras de la lucha y la porfía,
pez, por los mares pescador, y alado
trayéndome el coral de su agonía.
Eres mío, si herido más profundo.
Fin y principio, sombra y luz del mundo
en ti, pero tú sólo en mi costado,
oh, corazón sin fin, ala y latido,
rescatado una vez y otra perdido,
pez, por los mares pescador, y alado.
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