Inicio de sesión

Para alcanzar los objetivos anteriormente mencionados, el proyecto Biblioteca-Escuela tiene como soporte dos ejes de trabajo a partir de los cuales se brinda a los bibliotecarios una ruta conceptual y metodológica desde la cual pensar y organizar sus acciones en el marco del proyecto. Estos ejes, son:

Formación a bibliotecarios –Estrategia de intervención BE

Formación a bibliotecarios:

Este eje estructural, centra su acción en la reflexión y la exploración conceptual y didáctica sobre la formación de lectores en la biblioteca. Pretende acompañar a los bibliotecarios en su crecimiento como lectores, como exploradores de su colección; como lectores en voz alta y como agentes movilizadores del sentido de la lectura, la escritura y la literatura en su comunidad.

Dicho proceso de formación contempla un seminario presencial y un proceso virtual de escritura y retroalimentación mensual a cada bibliotecario por parte del equipo que coordina el proyecto.

La propuesta de formación propone a los bibliotecarios la reflexión y el trabajo conceptual y práctico sobre los siguientes aspectos:

* Lectura: escuela-biblioteca

* La función pública de la biblioteca.

* Leer y escribir en la biblioteca.

* Lectura en voz alta

* Literatura infantil y juvenil: Géneros, autores, editoriales.

* Libros informativos

* Exploración en grupo de la colección infantil y juvenil Leer es mi cuento

* Selección de repertorios de lectura y elaboración de planeaciones para sesiones de lectura.

* Rutinas de entrada y salida a la biblioteca

* Sesión de trabajo de campo con niños.

* Escritura de bitácoras

Estretegia de implementación:

El Proyecto Biblioteca Escuela busca que, través de una rutina muy básica de encuentro con la lectura, la escritura y la exploración de libros en la biblioteca, los niños y sus docentes crezcan como lectores. Esta rutina requiere que el bibliotecario despliegue una serie de acciones ordenadas (antes, durante y después de las visitas) a partir de las cuales propicie ocasiones de lectura significativas y constitutivas de un proceso a largo plazo. Estas acciones todas de gestión cotidiana en la biblioteca se integran en una estrategia de implementación, que constituye el segundo eje estructural del proyecto:

  • Estrategia de implementación Lectura-Biblioteca Escuela

* Gestión con docentes y escuela

Una vez finalizado el proceso de formación presencial, los bibliotecarios llegan a sus municipios para establecer contacto con una escuela de la cabecera municipal con la cual pueda llevarse a cabo todo el proceso. Además de presentar el proyecto, el bibliotecario comparte los acuerdos y compromisos que se deben aceptar por ambas partes.

Se acepta la necesidad de un trabajo conjunto entre un maestro de la escuela y el bibliotecario municipal, que implica que el maestro se comprometa a incluir dentro de su planeación curricular una visita a la semana a la biblioteca pública, con su curso completo de estudiantes. Se estiman 40 visitas durante el periodo de un año escolar, inscritas dentro de la planeación curricular del docente encargado de dicho curso.

* Selección de repertorios de lectura

Una vez cerrados los acuerdos, el bibliotecario se dispone a la preparación de su acervo para el desarrollo del proyecto, de acuerdo a las indicaciones y sugerencias recibidas durante el proceso de formación. Esta preparación se base fundamentalmente en la exploración y conocimiento de la colección por parte del bibliotecario, para que, a partir de lo que tiene, lo que ha leído y lo que le interesa compartir con los niños, elabore un repertorio de lecturas para cuarenta sesiones y seleccione los libros para el préstamo domiciliario que se estimulará al final de cada sesión.

El bibliotecario realiza esta clasificación de repertorios teniendo en cuenta una diferenciación por géneros y temáticas, que le permiten perfeccionar sus criterios de selección de acuerdo a la edad, el curso y los intereses de los niños con los que trabajará.

* Planeación de las sesiones y preparación de la Biblioteca

Una vez se establecen los acuerdos, los bibliotecarios realizan un trabajo previo a las sesiones de lectura que permite organizar y enfocar la acción de tal manera que se permita el desarrollo armonioso y constante del proyecto. Por un lado, se encuentra la preparación de la Biblioteca, que supone la elaboración de cronogramas, listas, carnets y reglamentos para los niños.

Por otro lado, está la planeación de las sesiones, que implica la selección de temas y de tipos de texto que serán leídos, pero también la organización con respecto a actividades como rutinas de entrada y salida, búsqueda de libros en la biblioteca, rutinas para preguntar, escuchar, hablar, procedimiento de préstamo, cuidado de libros y rutinas personales de lectura, entre otros. Vale la pena mencionar que la planeación no es una camisa de fuerza que limite las acciones del bibliotecario durante la visita; se acepta el carácter espontáneo, ameno y flexible de las sesiones, abierto a las contingencias, al estado de ánimo de los niños, a su disposición para leer y para escuchar, entre otros.

* Desarrollo de las sesiones: lectura en voz alta, conversación, préstamo

Todo el proceso descrito hasta ahora, permite que el bibliotecario llegue preparado al encuentro con los niños, los maestros y los libros. Durante las sesiones el bibliotecario lee en voz alta los libros seleccionados y, posteriormente, abre una conversación para que los niños comenten aquellos aspectos que les llamaron a la atención de lo leído.

Con el propósito de enriquecer esta experiencia de lectura y de encuentro con la palabra y los libros, la lectura compartida y conversada finaliza en la exploración de libros por parte de los niños de forma autónoma, y en el préstamo domiciliario de materiales de lectura. Esta acción se propone contribuir a los procesos de lectura personales de cada niño y a su formación como lector autónomo.

* Escritura y sistematización de la experiencia

Después de finalizada cada sesión, los bibliotecarios procuran realizar un ejercicio de escritura, que les permita dejar registrada la experiencia, pero, principalmente, reflexionar acerca de su quehacer y de las actitudes de los niños. Estos ejercicios de escritura toman la forma de bitácoras y han permitido hasta el momento detectar casos interesantes, ejemplos a seguir, problemáticas superadas, entre otros aspectos. Es de destacar que, a medida que los bibliotecarios escriben más bitácoras, sus actitudes narrativas van mejorando de manera notable.

* Retroalimentación desde la biblioteca

Todo lo anterior redunda en un trabajo continuo y sistemático de intercambio entre los bibliotecarios y el equipo encargado del proyecto en la biblioteca nacional. Este intercambio se produce por medio del correo institucional, en procura de realizar una retroalimentación continua al trabajo realizado, que genere avances en el proceso, superación de obstáculos y un proceso continuo que le dé calidad y confiabilidad al proceso.