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Impacto en los niños y docentes

​A continuación compartimos la experiencia vivida en la sesión del 22 de agosto de​ 2014 en la Biblioteca Pública Surcolombiana, ubicada en el municipio de Puerto Asís en el Putumayo. Su bibliotecaria, Liliana Cabezas, nos envía esta bitácora que aporta un buen testimonio acerca de lo que el proyecto Biblioteca-Escuela puede movilizar en los niños participantes.

Los dejamos con un fragmento* de la bitácora:

"El día 22 de agosto llegaron los niños del proyecto a las 7:20 am, como siempre acompañados de sus docente y el conductor, se bajan del bus, hacen la fila saludándome, los salude y les di la bienvenida, pasaron a la  oficina, para hacer la entrega del libro, a medida que entregan el libro ellos van pasando a la sala infantil, termine de recibir el libro pase a la sala infantil, donde empecé a desarrollar la actividad. El docente interrumpe, y me presenta dos niños nuevos, Helen Yulieth Matoma y Carlos Mario R Ermidas.

Luego pasamos desarrollar el recuento del  libro que llevaron para sus casas, el autor, titulo, con quien compartieron el libro que llevaron, y que se les quedo del libro.

Los niños muy educadamente alzan la mano, le dimos la palabra a Maryi Yuliana Acosta, la niña dice que llevo el cuento de Garbancito, que lo compartió con su abuela y mamà, y que se trataba de un niño muy pequeñito que quería hacer todo en la casa, pero la mamá no le importaba como él fuera, porque así lo quería ella, Ingrid Dayana López, también comparte el libro que  llevo que fue Niña bonita, nos cuenta que lo compartió con sus padre y hermanos, y realiza un breve recuento de lo leído, pero nos dejo sorprendida porque era una niña que nunca le gustaba participar ni hablar, siempre que se le preguntaba se quedaba callada, se retorcía, pero más aun me sorprendió el docente, porque me miraba y hacía gestos con el rostro como diciendo algo de la niña. Pero cuando ya se avía terminado todo le pregunte que le pareció, me dice que lo deja sorprendido porque la niña no habla ni para ella misma, le dije profe si me di cuenta que usted se sorprendió, pero él me responde, que él le dará una nota por su participación.

Pase a leer en voz alta presentando el libro; el cuento que compartí fue El pequeño Castor-Autor, Amy Mac Donald -  Sarah Fox. empecé a leerles, los niños muy atentos me colocaron mucha atención cuando yo empecé a leer, es como si no hubiera nadie fue un  silencio rotundo donde solo se escuchaba mi voz, cada sección que pasa los niños se les be el cambio, pero como siempre llega una parte, cundo el niño Andrés Felipe Correa Carvajal   pregunta ¿qué es el eco?, seguí leyendo hasta terminar, cundo termine de leer, le respondí a la pregunta de Andrés Felipe sobre que era el eco, pero el docente como siempre muy atento y participativo, le dice al niño que  cuando vaya de paseo a la playa gritaran y se dará cuenta que le responden del otro lado del rio, y que eso es el eco.

[…]

Seguimos con la actividad los niños alzando las manos,  yo, yo profe quiero hacer el recuento del cuento.  Esto  no se puede pasar por alto porque me reclaman.

Se le dio la oportunidad a niños que poco participan pero alzaron sus manitos, estos niños a pesar de sudar, tartamudear, y de retorcerse salieron adelante hicieron el recuento de lo leído, los compañeritos lo que hicieron fue darles un aplauso por participar y otros me reclamaron que porque ellos no los dejo participar y dicen que yo ya no los tengo en cuenta, pero les respondí que hay que darle la oportunidad a  los que no participan y que quieren ahora participar.

Luego pasamos a otra actividad que fue, colocarse de dos niños o niñas, para que  uno le lea al  otro y después el otro también le leyera, esto fue muy bonito con los niños que se desarrolló esta actividad, porque desde ahí se empieza a formar lectores.

Terminamos con el préstamo del libro, les agradecí y me despedí hasta la otra sección."

*Este fragmento se reproduce respetando completamente el escrito original que envió la bibliotecaria.